25 Jul MENTORING: ANTEOJERAS, CONCENTRACION Y VISION SUPERIOR

Cuando hablamos de meditación mucha gente tiene la idea de que meditar consiste en sentarse cruzando las rodillas, cerrar los ojos y concentrarse en algo para poder conseguir un estado de paz.

En el sistema MAHAMUDRA hay una parte llamada SHINÉ en la que la mente se concentra y se obtienen diversos grados de pacificación mental, en los que las emociones y pensamientos dejan de perturbar el equilibrio, paz y gozo innatos de la mente.

Pero también hay otra parte conocida como LAKTONG, en la que se desarrolla una visión superior, dejando que la sabiduría impregne todas las percepciones.

La concentración es una facultad de la mente muy útil y es necesaria en la vida diaria así como en la práctica de la meditación, pero no es suficiente para garantizar la liberación de la mente de las emociones y creencias perturbadoras, fuente de todo sufrimiento.

Concentrarse implica enfocar la atención sobre un sólo objeto, sea interno o externo, la respiración o la propia mente, y no apartar esta atención del objeto, llevándola de nuevo al mismo en caso de distracción.  En cierta manera es como ponernos unas anteojeras o tapaojos para evitar distracciones,como los caballos o los burros. Cerrando los ojos impedimos que las imágenes externas nos distraigan, aunque todavía quedan los sonidos y olores.  En el sistema Mahamudra meditamos con los ojos abiertos, siendo conscientes de que los estímulos visuales externos son sólo una parte de la totalidad de estímulos a los que la mente se ve expuesta, y que hay que ser capaces de concentrarnos sin apagar la luz, ya que en la postmeditación no vamos a ir por ahí con los ojos cerrados.

Una mente concentrada es como un láser, una luz coherente con un gran poder de penetración. Si somos capaces de ir desarrollando la concentración y utilizamos como objeto de concentración la propia mente, con sus pensamientos y emociones variados, podremos gozar de estados de pacificación mental  cada vez mas elevados, aunque sin una comprensión profunda de la verdadera naturaleza de la mente, que se consigue con la práctica de Laktong, no podremos erradicar de forma permanente las perturbaciones mentales, y estabilizar la mente en estos estados.