
01 Jul El arte de la meditación: Mahamudra
Meditar no consiste simplemente en utilizar una serie de técnicas y métodos de forma eficaz; tan importante como desarrollar la habilidad de meditar es desarrollar la motivación adecuada. Dependiendo de nuestra motivación, obtendremos unos resultados u otros.
Atención, vigilancia y concentración son factores necesarios para que la mente pueda alcanzar estados mentales libres de las perturbaciones mentales que habitualmente arrastran a la mente a estados mentales confusos impregnados de sufrimiento.
La mente confundida suele moverse entre la agitación y el sopor, y al principio es importante ser capaz de observar e identificar estos obstáculos y aplicar los antídotos adecuados. Con la recta práctica, la mente se habitua a trascender e integrar estos dos polos, y alcanza un estado de equilibrio sereno que permite que ciertas cualidades y habilidades de la mente se puedan expresar cada vez de manera más plena.
En el sistema mahamudra de meditación hay una serie de pasos a seguir para garantizar que obtengamos el resultado adecuado: la iluminación o despertar.
Siendo un sistema de meditación budista, hay una serie de preliminares comunes a otros sistemas y otros de específicos.
Una de estas prácticas preliminares que tiene un gran peso es el denominado guru yoga, el cual nos permite conectar con todo el linaje de practicantes pasados y presentes y nos infunde una energía especial que facilita la práctica: es como una especie de catalizador o enzima que acelera el proceso. Sin fe en la capacidad del guru de conectarnos con el linaje, los resultados de la práctica tardaran más en llegar. De ahí la importancia de encontrar un maestro cualificado sostenedor del linaje que nos abra la puerta de la recta práctica.
En este sistema, la confianza en el guru es condición necesaria, pero no suficiente: no se trata de desarrollar una fe ciega, sino una fe impregnada de inteligencia. El guru externo no es otra cosa que un reflejo imperfecto de la verdadera naturaleza de la mente, la mente despierta o Buda. Existe el peligro de idolatrar al guru externo, y esto se puede convertir en un obstáculo para que el guru interno se pueda expresar y ser reconocido. La relación con el guru no es otra cosa que un reflejo de la relación con aquella parte más íntima de nosotros mismos; la mente despierta. En la medida en que nuestra práctica sea correcta, nuestra relación con el guru mejorará, y tambien lo contrario es cierto.
Hay muchos otros aspectos de gran peso en este rico sistema de meditación budista conocido como Gran Sello o Mahamudra, pero la práctica correcta del guru yoga es la llave que nos abrirá de par en par la puerta para una recta práctica.
Saraha, Tilopa, Naropa, Maitripa, disculpad a este practicante orgulloso y arrogante que ha roto en numerosas ocasiones los votos de este sagrado linaje, y volved vuestra compasiva mirada de nuevo sobre él, para que pueda convertirse de nuevo en un digno sostenedor del linaje y este pueda florecer y crecer como lo hizo en la tierra de las nieves.
Así sea.
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